Economía Circular para el futuro de las empresas

Artículo de opinión. 
María Martín. Uno de los pilares estratégicos de la Unión Europea para generar crecimiento y empleo, con el respaldo del Parlamento Europeo y el Consejo Europeo.
 

El crecimiento de la economía mundial basado en el modelo de consumo, capital e industrialización nos ha permitido llegar a niveles de calidad de vida excepcionales en los últimos 100 años. En contrapartida el incremento demográfico, la extracción de recursos naturales y la contaminación han hecho que actualmente estemos en un punto de colapso del sistema. 

Son muchas las propuestas para solucionar este grave problema, pero es la Economía Circular, la mas transversal de todas y la que puede corregir de forma global los efectos devastadores si mantenemos una Economía lineal a escala global

La economía circular nació junto con el concepto Cradle to Cradle que aboga por que los recursos permanezcan más tiempo dentro del ciclo de utilización conservando su materia, energía y propiedades más tiempo en contraposición al proceso lineal de extracción, transformación, uso y desecho.  La economía circular fomenta entre otras, las estrategias del rediseño, la reutilización, la reparación y el reciclado, estrategias que van más allá del mero significado de las palabras y que entroncan en nuevos conceptos de innovación colaborativa. Conocer el ciclo de vida de los productos y evaluar los impactos que tienen en el entorno es el primer paso para poner soluciones e implementar las estrategias de la economía circular.

Una Europa más limpia y competitiva

La Comisión Europea, con el respaldo del Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, lidera la transición del bloque comunitario hacia una Economía Circular. En el año 2015, la comisión puso en marcha un paquete estratégico para apoyar esta transición y en el año 2019 reportaron la completa ejecución del plan de acción propuesto 4 años antes.1

Hoy el Pacto Verde Europeo marca el camino a seguir y protegerá a aquellas empresas cuyos objetivos estén alineados con la transición energética hacia una economía descarbonizada, limpia y sostenible, siendo climáticamente neutros en 2050.2

Se trata de generar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, dentro del marco de la circularidad, que contribuya a impulsar la competitividad de Europa, a modernizar su economía e industria para crear puestos de trabajo, y a proteger el medio ambiente.

Oportunidades para el sector hábitat

La transición hacia la circularidad debe ser una oportunidad para la creación de nuevos modelos de negocio basados cada vez más en los servicios en lugar de la propiedad, en aumentar el uso de los productos fabricados a través de la servitización o en nuevas actividades habilitadoras como la reparación y rehabilitación.

Para respaldar el concepto de Economía Circular es necesario conocer ejemplos concretos que demuestren que es viable para las empresas. En este sentido, caben destacar las acciones desarrolladas por uno de los actores más importantes en este ámbito, la Fundación Ellen MacArthur . 

Pero, sin lugar a dudas, desde nuestro punto de vista, la estrategia más importante cuando hablamos de economía circular, además del reciclado, es el ecodiseño. La mayoría de los impactos ambientales se generan pueden evitar en la fase de diseño y hemos de sacar de la ecuación el problema; debemos, tenemos la obligación de diseñar pensando en todo el ciclo de vida del producto y no solo en la fase de uso o en la fase que compete a una organización o empresa

Por ello, AEICE ha sido pionero creando el Centro de Ecodiseño Circular CEC, que aglutina las iniciativas y proyectos de innovación en torno a la economía circular en el sector del hábitat en nuestra región. 

El Centro de Ecodiseño Circular de AEICE reconocido a nivel nacional

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha considerado incluir esta iniciativa de AEICE, el CEC, en el I Catálogo de buenas prácticas en Economía Circular a nivel nacional. Una fantástica noticia teniendo en cuenta que se compone de unas 40 prácticas y solo 2 son de Valladolid. El Catálogo es una muestra del buen hacer de muchas empresas que han apostado por modelos de negocio y fabricación coherentes con la disponibilidad de recursos, incorporando los criterios de circularidad y sostenibilidad ambiental, económica y social. Este Catálogo favorece el intercambio de buenas prácticas entre las diferentes entidades, así como propicia la búsqueda de nuevos socios comerciales con sensibilidades comunes que permiten mejorar la sostenibilidad dentro de la cadena de valor.

Desde aquí se han trabajado en numerosos proyectos de ecoinnovación donde se encuentra implícita la Economía Circular

A través del proyecto ECOCIVIL, se ha elaborado el documento “Guía para la utilización de árido reciclado y recomendaciones para su compra. Utilización de materiales procedentes de residuos de construcción y demolición (RCD) en obras del municipio de Valladolid”, permitiendo que los RCDs puedan ponerse en valor dentro de la cadena de la construcción.

Sin duda, el sector del hábitat permite aprovechar muchos desperdicios de otros sectores además del suyo propio. Ejemplo de ello es el proyecto “WASTE 4 CONTRACT”. Desarrolla nuevos materiales a partir de desperdicios de madera y de plástico con unas características físicas y mecánicas aptas para el sector del mueble.

Cabe destacar como buena práctica de gestión de residuos el proyecto LIFE REFIBRE. Supone el reciclado de toneladas de material reforzado con fibra de vidrio que proviene de las palas de los aerogeneradores para aplicarlas en pavimentos asfálticos. Una novedad que cerrará el ciclo de vida de este residuo generado por el campo eólico implantado hace 15 años.

Ecodiseño

Como señalaba anteriormente, el ecodiseño es la base de la economía circular y el punto de inicio de todo: no hay mejor residuo que el que no se produce. 

Sin embargo, existe aún un cierto desconocimiento por parte de diseñadores y proyectistas sobre las posibilidades y el valor añadido que les ofrece el ecodiseño, así como de las herramientas de implementación y la normativa aplicable. AEICE ha puesto esfuerzos y recursos para ser un elemento tractor y se ha encargado de facilitar esta tarea a profesionales y estudiantes trasladando el conocimiento y las herramientas necesarias para que vean la rentabilidad de ecodiseñar y salir progresivamente de sus modelos de producción lineal.

Por un lado, se han organizado dos ediciones del concurso de ecodiseño HABITARTE. Gracias a esta iniciativa se ha dado a conocer este concepto en las escuelas y facultades de diseño de nuestra provincia. Han participado más de 300 alumnos y se han recogido 40 propuestas, lo que demuestra el especial interés de los futuros profesionales del sector, así como su conocimiento sobre el tema y su responsabilidad ante la sociedad, lo que significa una garantía de futuro para el sector.

Por otro lado, se ha diseñado una metodología abierta para pasar del modelo industrial productivo actual a un nuevo modelo productivo ambientalmente responsable basado en la adopción de criterios y técnicas de economía circular en industrias manufactureras.

Al igual que nos ha ocurrido con la transformación digital, la economía circular ha venido para quedarse, no es una moda pasajera sino un cambio de paradigma agravado y acelerado por el impacto de la pandemia. Las empresas que se sumen formarán parte del futuro, las que no lo hagan, desaparecerán progresivamente

Adelantémonos al cambio, conocemos el camino.

 

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