EL DESARROLLO TERRITORIAL COMO OBJETIVO.
Artículo de opinión. Bruno Criado del Rey, ingeniero y responsable del área del patrimono, turismo y lengua .

Castilla y León vive inmersa en el drama de la despoblación de manera crónica. Ésta es una de las grandes lacras de nuestra región y arrastra al conjunto de nuestro tejido socio-económico. No sólo nuestras áreas rurales, sino también nuestros núcleos urbanos, pierden población año tras año, que emigra en búsqueda de oportunidades laborales más atractivas en regiones de mayor desarrollo. Como consecuencia de ello, así como de los bajos índice de natalidad, nuestra pirámide poblacional se ve cada vez más envejecida.
Ante esta realidad, se impone el gran reto del desarrollo territorial, en el que se ven implicados tanto las administraciones públicas, el tejido empresarial, los centros de conocimiento e investigación de Castilla y León, los clústeres y la sociedad en su conjunto.
Fruto de ese reto, se hace imprescindible exprimir de forma sostenible los recursos endógenos de nuestro territorio, reconociendo toda su potencialidad para generar oportunidades. Así, somos conscientes del alto valor añadido que nuestra región atesora en una serie de ámbitos, como son, entre otros: la capacidad de generación de energías renovables, los recursos naturales, nuestro inigualable patrimonio cultural y natural
y, en consecuencia, el turismo y el su gran potencial de internacionalización.
La agroalimentación es uno de los motores principales de desarrollo de nuestras zonas rurales, con el vino como estandarte, y el enoturismo como abanderado de un crecimiento turístico de gran éxito en Denominaciones de Origen vitivinícolas reconocidas de todo el mundo. Demostrada está sobradamente la competitividad de nuestros vinos en el panorama internacional, y de la mano de sus altos estándares de calidad, nuestras rutas del vino y las bodegas de Castilla y León se sitúan año tras año en los primeros lugares en cuanto a la recepción de viajeros nacionales.
Queda, por tanto, abierta la puerta de la internacionalización como oportunidad. Y somos plenamente conscientes de que nuestros productos enoturísticos y culturales son excelentes, y que el viajero internacional muestra unos altísimos niveles de satisfacción con la calidad de los vinos, con nuestra oferta gastronómica y hotelera, y, por supuesto, con nuestro patrimonio cultural. El nivel de precios respecto a nuestros competidores internacionales nos sitúa en una posición altamente competitiva. Y esta competitividad se debe traducir en la fijación de población para dar servicio a toda la infraestructura necesaria y en constante crecimiento, y en la capacitación de las personas del entorno rural ligado a las Denominaciones de Origen de la Región.
Por otro lado, el altísimo valor paisajístico de nuestro medio natural, con una espectacular biodiversidad y un elenco de enclaves naturales indiscutiblemente únicos,
nos posiciona también en un excelente lugar, en un momento post- pandemia en el que una de las claves a la hora de elegir destino será la sostenibilidad, y por tanto, el turismo activo y de naturaleza, alejado del turismo masivo de las capitales y la costa.
Los que nos encontramos inmersos en el reto del desarrollo territorial, somos conscientes de la necesidad de continuar poniendo en valor los bienes patrimoniales de
nuestra región, que no sólo es la mayor de España, sino que además es la más rica en patrimonio cultural y cuenta con la mayor cantidad de Bienes Patrimonio de la Humanidad, por delante de las regiones italianas de la Toscana y de la Lombardía. Por tanto: turismo cultural, de naturaleza y enoturismo son las 3 patas sobre las que
se debe apoyar nuestra región como destino turístico sostenible, en favor de la fijación de población en el territorio.
Un ejemplo lo podemos encontrar en la iniciativa DUERO DOURO, PATRIMONIO PARA EL DESARROLLO, que durante 6 años ha desarrollado múltiples acciones y proyectos dirigidos a aportar valor al desarrollo del eje del Duero. Nacida con ese objetivo de conseguir un eje activo dinamizador y generador de desarrollo socioeconómico para el territorio, ha iniciado en 2021 su segunda fase de impulso a las acciones empresariales en el territorio a través del Hub Duero Douro, núcleo de las mismas. Dentro del mismo aspecto de desarrollo territorial e internacionalización en el ámbito del Duero, se están llevando a cabo proyectos Interreg-Poctec, como el DISCOVER DUERO DOURO, Propuesta de Valor para alcanzar nuestro objetivo de promover a Duero-Douro como destino turístico sostenible está a punto de ver la luz, y en el que la colaboración transfronteriza con el entramado empresarial del Douro portugués cobra una importancia clave.
RECURSOS NATURALES Y ENERGÍAS RENOVABLES
Por otra parte, Castilla y León es también una región fértil en recursos naturales como la madera y la piedra, que permiten un desarrollo industrial sostenible y que deben
aprovecharse y convertirse en un motor de desarrollo de la región. De la misma manera, la generación de energía renovable continúa en crecimiento. Los parques eólicos
y solares que proliferan en nuestras áreas rurales son ya una fuente primordial de generación de electricidad en Castilla y León, contribuyendo de manera clara a la
transición a una verdadera Economía Circular. De todo ello se deduce que somos una región con la capacidad de desarrollar las líneas de la Unión Europea en cuanto a energías renovables, alineados con su objetivo de alcanzar una economía próspera, moderna, competitiva y climáticamente neutra en 2050.
Como decíamos antes, el desarrollo territorial es una tarea compartida. Por ello es muy importante la intersectorialidad en iniciativas de desarrollo territorial que sean capaces de aunar esfuerzos. En ese sentido estamos trabajando en proyectos como ARADOS y ERAES. En cuanto a ERAES, el proyecto afronta de lleno el fomento del desarrollo de nuestras áreas rurales del interior de Castilla y León especialmente alejadas de los grandes núcleos de población y además conecta el desarrollo rural con la sostenibilidad y el aprovechamiento eficiente de los recursos energéticos.
ARADOS es la Plataforma Colaborativa para Áreas Rurales Amigables y Solidarias que engloba, entre otros objetivos, el de mantener y fijar la población rural, promoviendo el que las personas puedan vivir donde lo están haciendo habitualmente y también el de fomentar la igualdad de oportunidades entre las personas y entre el medio rural y urbano.
Esta visión del desarrollo territorial desde la unión, no es exclusiva de España, y es una preocupación (o línea) que se trabaja intensamente a nivel europeo. Como ejemplo,
el proyecto RURITAGE, de la convocatoria Horizonte 2020, busca el desarrollo territorial desde el punto de vista del paisaje, de la industria agroalimentaria, los movimientos migratorios, la peregrinación, la resiliencia y el arte & festivales. El proyecto engloba 38 iniciativas de desarrollo rural de 19 países y Duero Douro se posiciona como modelo, “Rol Model” en el ámbito del paisaje.
Por último, considero que es fundamental visibilizar las iniciativas diversas que con el foco del desarrollo territorial se están llevando a cabo. Para ello, vamos a poner en marcha, desde el grupo de trabajo de Patrimonio, Turismo y Lengua de AEICE, el foro “Territorios con futuro”, cuya primera edición se desarrollará en el marco del hub Duero Douro, y que servirá para aglutinar a todos los agentes del territorio que, desde la iniciativa privada, trabajan con el objetivo de generar riqueza en su entorno más cercano y continúan luchando contra la despoblación.
Desde el seno de nuestro Clúster, promovemos iniciativas totalmente enfocadas a frenar la sangría poblacional. Tal y como se recoge en nuestro plan estratégico, la integración de todos estos desafíos exige la incorporación del territorio como reto, que es a su vez recurso y potencial escenario de desarrollo, convirtiéndose en un pilar fundamental para la actividad del clúster. Debemos continuar con nuestro compromiso máximo en la lucha contra la despoblación de nuestra región, desde el convencimiento de que la única manera de conseguirlo es continuar trabajando de forma permanente en red, generando vínculos cada vez más fuertes entre todos los agentes públicos y privados, persiguiendo la generación de negocio, fomentando la creación de empleo en las zonas rurales más desfavorecidas y comunicando a la sociedad la necesidad de que este compromiso debe ser obligatorio para todas las personas de Castilla y León.